Virginia Cárcamo, tengo 42 años de edad. Mamá de Juan Ramón, un niño lindo y noble de corazón, (ese es mi título preferido), Lic. en Administración de Empresas, la mayor de 4 hermanos. Afortunadamente, cuento con mi Padre y Madre ellos nos enseñaron a trabajar honestamente, a luchar y nos inculcaron valores que junto con la ayuda de Dios, me sustentan cada día y reflejan lo que soy.
Tuve la oportunidad de estar en dos escuelas muy buenas y hacer amistades y relaciones que todavía conservo. Me gradué cumpliendo 17 años y ¡me casé de 18! Comencé una aventura que requiere de mucho amor, compromiso, dedicación, paciencia, pero también de mucha madurez. Me costó mucho poder quedar embarazada pues padezco de Endometriosis severa. Después de 11 años de estar casada y aproximadamente 7 de visitar doctores, cirugías, realizar dos tratamientos de fertilidad en el extranjero y miles pero miles de oraciones, ¡lo pude lograr! Ese es mi gran y mayor milagro! Sin embargo, en todo este tiempo de espera, nunca me desesperé, siempre supe que sería mamá. Ahora entiendo que siempre he tenido fe. De mi matrimonio, salió lo más lindo que me pudo pasar en la vida, y es el ser Madre, la mamá de Juan Ramón.
Cuando mi hijo tenía 6 meses, me separé y luego me divorcié. Estuve casada por 12 años, no solo perdí un esposo, también mi trabajo (ya que trabajaba en la empresa de su familia), mi sustento económico y mi casa. Con un chiquito en brazos que tenía que sacar adelante. Gracias a Dios y el apoyo de mi familia, decidí hacer lo que había aprendido en todo ese tiempo, comprar y vender ropa. Comencé a viajar a USA a comprar mercadería y traer para vender. Hice esto por 1 año. Por recomendación de mi EX (¡jajaja!), me contrató una empresa panameña de Zona Libre para ser su representante aquí en Honduras. Fue una experiencia maravillosa de 6 años, donde no solo tenía Home Office y manejaba mi horario, también me tocaba viajar constantemente a Panamá. Ahí aprendí mucho más de ventas, ropa, moda, de los mejores vendedores que puede haber. ¡Ah! Y siempre seguí vendiendo cosas que traía de mis viajes.
En Abril de 2016, mi ciclo con esta empresa llegó a su fin y nuevamente me quedé sin trabajo. Estuve 6 meses sin trabajar, pasando de entrevista en entrevista hasta que llegué a Anamaria Durón. Ella me contrató como su asistente y aunque yo nunca había trabajado en el rubro de los eventos, ni sabía nada al respecto; ella me dio la oportunidad, vio cualidades en mí y yo acepte el reto.
Por la pandemia, nuestro rubro está completamente parado y sin haber eventos, no tengo trabajo. Así que tuve que reinventarme; dedicarme a algo que me asegurara un ingreso ya que no sabemos cuándo nos reincorporaremos. Un día pensé que, aunque tuviera que vender todo en mi closet y todo lo de mi casa, ¡lo haría! Le pedí al Señor me diera una idea de que podía hacer. No me podía quedar de brazos cruzados. Le decía: "Dame una idea Señor, pero una buena! Y fue así como comencé a madurar la idea de una página de una tienda en línea de artículos de segunda mano y moda sostenible, y que, así como yo, probablemente habían muchas mujeres con closets llenos de cosas que pueden vender y sacarle algo de provecho a lo que no usamos o ya no necesitamos. Y era una manera de ayudarnos mutuamente.
Y fue como empecé con mi proyecto: Let´s Swap. Un proyecto que me ha permitido usar mi creatividad y talentos; incluso algunos que no creía tener. Donde puedo poner en práctica, no solo mis conocimientos técnicos, sino también mi experiencia en ventas, combinándola con mi pasión por la ropa. Un proyecto que me ha sorprendido, no solo por el éxito que ha llegado a tener, sino también porque me está probando en todo sentido. Ha sido un proceso de aprendizaje para mí, no solo porque las redes no son mi fuerte, pero también me ha enseñado de empatía, solidaridad, a tener más paciencia y tolerancia, pues tengo contacto con mucha gente diferente todo el día.
Me ha retado a poner en practica mi creatividad, buscar constantemente ideas para diferenciarme. Sacar todo eso que nunca creí tener y las ideas fluyen exageradamente. Todo con esfuerzo, disciplina y sacrificio rinde sus frutos. ‘Let´s Swap’ me ha permitido crear comunidad y conocer gente, otras mujeres que están en mi situación, me permite darles tips y consejos y en algunos casos, hasta platicas fuertes de situaciones de la vida, consejos y asesorar a las que su fuerte no son las ventas.
Está en nosotras mismas sacar ese ser de luz, bello y capaz que tenemos dentro. Creo que los limites para desarrollar nuestro potencial están en nosotras mismas, en nuestra cabeza. Muchas veces no nos lanzamos o probamos, no queremos iniciar con algún proyecto, por miedo. Miedo al fracaso, miedo al qué dirán y la presión social.
Recuerda mujer, que todo lo que te imaginas y propongas, lo puedes lograr. Debes confiarle tus asuntos a Dios y empieza por confiar en ti misma, si tú nos la haces; ¡nadie más lo hará! No lo dudes.
Virginia